Oraciones Mágicas

"Háblale, cultiva su amistad; pues cuando todos te abandonan, Él no te abandonará"

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La oración es uno de los medios que se poseen para elevar nuestra alma y darle gracias a Dios, pues nadie que haya orado de verdad, podría desconocer el consuelo y bienestar que se adquiere.
Debemos procurar que nuestra oración sea verdadera y tenga el eco de nuestra gratitud; que sea un canto de amor que se eleve hacia el señor y no un ruego rutinario, donde solo digámos palabras sin sentimiento.

Vibremos al impulso de nuestra voz.

No busquemos ni recordemos fórmulas d ninguna clase; dirijamos nuestros pensamientos hacia Él y hallemos paz y tranquilidad en nuestro espíritu.

"Por tanto os digo, que todas las cosas que pidiereis orando, las recibireis"
San Marcos XI, 24

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Oraciones que dan protección

Oracion al Ángel de la guarda

El Ángel del Señor va delante de mi, haciendo fácil mi camino.
Voy con fé y confianza porque estoy protegido por él.
Nada me puede ocurrir porque me cuida en todo momento.
Amen

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Ángel santo que velas por mi alma y por mi vida,
no me dejes ni me desampares a causa de mis errores.
No permitas que me acerque al mal.
Llévame hacia el bien y salvame.
Así sea.
Amen

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Ángel de la guarda, dulce compañia
no me desampares ni de noche ni de día;
no me dejes solo, que me perderia.
No me dejes vivir, mucho menos morir
en pecado mortal.
Amen

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Ángel de la guarda, no me abandones ya que tengo necesidad
de vuestra proteccion para sobrellevar
con fé y amor, los designios del Señor.
Amen

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Ángel del Señor, que eres mi custodio,
ya que la bondad divina me ha
encomendado a ti; ilumíname y guardame.
Amen

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Ángeles guardianes, vosotros
a quienes el Señor en su infinita
misericordia permite velar sobre

todos nosotros, sed nuestros
protectores en esta vida.

Dadnos fuerza, valor y resignacion.
Inspiradnos todo bien y detenednos
en la pendiente del mal.

Que vuestra dulce influencia penetre
en nuestra alma.

Ángel de la guarda, no me abandones.

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Pequeña oración blanca,
que el Señor hizo,
que el señor dijo,
que el señor puso en el paraiso.

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